Tener que detener las ventas del Apple Watch Ultra 2 y el Apple Watch Series 9 en plena campaña navideña fue un duro golpe para Apple. La contratación de Michael O’Reilly de Masimo en 2013 para el desarrollo del primer Apple Watch fue el inicio de una disputa legal. Masimo, una empresa líder en monitoreo no invasivo, demandó a Apple por violación de patentes. La disputa legal llevó a una pausa en las ventas de los relojes de Apple y a una posterior indemnización de 250 dólares. A pesar de las acusaciones, Apple continuó con sus lanzamientos de relojes sin tecnología Masimo. La CEO de Masimo renunció debido a la inversión en una costosa batalla legal que terminó desfavorablemente. La sentencia a favor de Apple marca un cambio en la guerra de patentes.
La empresa que desafió a Apple y terminó pagando 250 dólares
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