Steve Jobs era conocido por despedir a empleados sin remordimientos, pero ahora, uno de cada cinco directivos considera renunciar porque no puede manejar a la Generación Z en el lugar de trabajo. Un estudio reciente revela que esta generación, nacida entre 1997 y 2012, está desafiando las estructuras corporativas tradicionales y causando estrés y frustración a los managers. La falta de alineación entre las expectativas de los directivos y los jóvenes trabajadores está generando un conflicto cultural sin precedentes. La Generación Z busca propósito, flexibilidad y un equilibrio entre vida laboral y personal, lo que contrasta fuertemente con la visión de trabajo de Steve Jobs. Los directivos actuales se ven obligados a adaptar su estilo de liderazgo y a invertir más tiempo y recursos en gestionar a esta nueva generación. La pandemia ha acelerado estos cambios, haciendo que los empleadores se enfrenten a una generación con valores y prioridades diferentes a las de sus predecesores. El poder en el mundo laboral ha cambiado, y ahora la pregunta es cómo retener a los directivos en lugar de despedir empleados.
La Generación Z está causando estragos en el mundo laboral
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