Ha pasado apenas una semana desde el lanzamiento del MacBook Pro M4. Los más afortunados ya lo tienen entre sus manos. A partir de aquí, se pueden encontrar sorpresas, como ha sucedido en el interior del Mac mini. Y, cómo no, el MacBook Pro también tenía algo para asombrarnos.
Los analistas ya han puesto sus ojos (y sus herramientas) sobre su pantalla. Y es que, aunque Apple “solamente” dijo que el brillo máximo había aumentado, detrás de ese cambio hay una mejora en toda la tecnología de la pantalla que lo acerca un paso más a un futuro MacBook Pro con pantalla OLED.
Quantum dots: la revolución silenciosa del MacBook Pro M4
Tal y como ha compartido Ross Young en X, Apple ha dado un salto tecnológico al incorporar una película de puntos cuánticos en lugar de la tradicional película de fósforo rojo KSF en los últimos modelos de MacBook Pro con M4. Ross Young es analista de DSCC y experto en esta área.
Esta tecnología de quantum dots la lleva investigando Apple desde 2014 y permite mostrar colores más vibrantes y un rendimiento de movimiento mejorado. Algo que se nota en pantallas de alta tasa de refresco (120 Hz) como la del MacBook Pro M4.
Para entender por qué esta mejora es tan importante, hay que saber qué son exactamente los quantum dots. Son unos pequeños nanocristales tan diminutos que se miden en nanómetros. Un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro, para que te hagas una idea.
Lo fascinante de los quantum dots es su comportamiento cuando se les aplica energía. Cuando la luz de la retroiluminación LED les impacta, emiten luz en colores específicos y muy puros. El tamaño de cada quantum dot determina el color que emite: los más pequeños tienden hacia el azul, mientras que los más grandes se inclinan hacia el rojo. Así se crea la “parrilla” RGB con la que se componen todos los colores que vemos.
Viendo en detalle el análisis de colores, a la izquierda tendríamos la pantalla del anterior MacBook Pro M3. A la derecha, la nueva del MacBook Pro M4. Como vemos, el color verde y azul es mucho más alto. El rojo también es más estable. Esto se traduce en ese aumento de brillo hasta los 1.000 nits y en la mejora de colores.
¿Qué ventajas ofrecen los quantum dots?
– Colores más vivos y precisos
– Mayor brillo
– Mejor contraste
– Eficiencia energética
Lo curioso es que Apple no había implementado esta tecnología antes porque contenía cadmio, un material tóxico. Sin embargo, han logrado desarrollar una versión libre de cadmio. A simple vista, es posible que no percibamos un cambio drástico, pero esta mejora acerca la pantalla del MacBook Pro al rango de color y rendimiento de las pantallas OLED.
Porque a todo esto hay que sumarle que la pantalla del MacBook Pro es mini-LED. Es decir, tras ella hay miles de LED que iluminan la pantalla por partes independientes, lo que permite tener en unas áreas un alto nivel de brillo y, en otras, un brillo cero, logrando negros puros. No es tan exacto como un panel OLED, pero se acerca mucho.
Es por ello que el uso de Quantum Dots no quiere decir que Apple no vaya a incluir un panel OLED en sus MacBook Pro. Ya hay rumores de los planes de Apple y todo apunta a que en 2026 presentarán dicho modelo junto al chip M6. Sí, suena algo lejano, ¿verdad?
Si estás buscando dar el salto al Mac o renovar el tuyo, el MacBook Pro M4 es una elección maestra. Y más ahora, al ver que su pantalla ha mejorado respecto a la generación anterior, por no hablar del salto de rendimiento que hay tras los chips M4.
Enlaces:
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