Si eres usuario de iPhone desde hace tiempo, es altamente probable que el dispositivo haya nacido en la “iPhone City”, que es como hasta hace no mucho se conocía a Zhengzhou, una de las ciudades más importantes de China. Sin embargo, el panorama ha cambiado mucho para las dos. Tanto para aquella capital como para Apple.
En su afán de diversificar la fabricación y eludir ser víctima de la guerra comercial de Estados Unidos y China, Apple lleva varios años abriendo nuevas fábricas en India y cerrando (o disminuyendo) sus plantas en China. Zhengzhou ha tenido que reinventarse y lo ha hecho con fábricas de productos que Apple nunca logró: vehículos eléctricos.
Más de 4 millones de habitantes censados y una extensión superior a los 1.000 kilómetros cuadrados es lo que supone la ciudad de Zhengzhou, capital de la provincia china de Henan y en la que Foxconn, uno de los principales socios de Apple para la fabricación, asentó buena parte de sus plantas. De eso hace ya casi 15 años.
Fue en el año 2010 cuando el gobierno chino se hizo con unos terrenos agrícolas comprados a pequeños agricultores y en los que ese mismo año convirtió en un imperio de la fabricación en el que se albergan decenas de edificios con fábricas. Con una extensión de más de tres kilómetros y medio, este parque empresarial le costó 600 millones de dólares al gobierno del país.
“Son como ciudades”, comentaba el analista Thomas Dinges a CKGSB Knowledge a la hora de referirse a parques empresariales en los que Foxconn era la reina. Con la ayuda del gobierno local y sus bonos de 50 millones de dólares, el gran socio de Apple fue ampliando y mejorando sus fábricas hasta convertir Zhengzhou en la mayor exportadora de iPhone del mundo, hecho que le valió para ganarse aquel apodo de “la ciudad de los iPhone”.
Atrás quedaron esos tiempos dorados del iPhone para la ciudad de Zhengzhou. Como ya explicábamos en la introducción, Apple ha abierto nuevas plantas en India en las cuales ya fabrica un 23% de los iPhone 16 que se envían a todo el mundo. Lo hace de la mano de diversos socios, incluyendo la mismísima Foxconn, que también ha optado por abrir nuevas plantas en el país vecino.
De hecho, este año Apple tuvo que pedir a Foxconn la contratación de más empleados en Zhengzhou para reforzar la fabricación allí. Sin embargo, tanto Apple como la propia ciudad saben que su negocio ya no es el iPhone. No en vano han pasado de representar más de un 60% de las exportaciones hace diez años a un 46% en 2023.
Un reciente informe de Nikkei Asia revela como Zhengzhou ha encontrado un nuevo epicentro para sus negocios: BYD Auto y la fabricación de vehículos eléctricos. Curiosamente un negocio en el que, salvo sorpresa mayúscula, Apple no participará tras la cancelación del proyecto del Apple Car a principios de este año.
El fabricante de vehículos chino empezó a abrir plantas en Zhengzhou en la primavera del pasado año y desde entonces ha convertido sus plantas en la ciudad en unas de las más importantes. Lo hacen además a un ritmo frenético de más de un vehículo por minuto, según expresaba el propio fabricante a Nikkei Asia.
BYD cerraba 2023 con la producción de 200.000 vehículos en aquellas plantas y tienen previsión de cerrar el presente 2024 duplicando aquellas cifras. Y no es el único que alimenta esa idea de la “ciudad del coche eléctrico”, dado que SAIC Motor también realizó una fuerte inversión en fábricas de vehículos en Zhengzhou. Para ello han invertido alrededor de 280 millones de dólares.
Cabría esperar que una compañía como Apple hiciese crecer a nivel económico y de empleo a una ciudad y que por ende su marcha les suponga graves problemas. Hasta 350.000 familias dependían de ello.
Nada más lejos de la realidad con lo sucedido en Zhengzhou, dado que Apple no les ha abandonado por completo y aparte han encontrado un nuevo sector al que enfocarse. “Esperamos que Zhengzhou se convierta en una pieza clave para modernizar la provincia”, expresaba uno de los portavoces del gobierno provincial a principios de este año.
Todo ello en el marco de crecimiento de la ciudad gracias a los vehículos eléctricos y que, como ya avanzábamos anteriormente, cada vez suponen un mayor porcentaje en las exportaciones de la provincia. Y dado que sus estimaciones son de crecimiento tanto a corto como a largo plazo, parece que eso de convertirse en la “ciudad del automóvil” es cada vez más una realidad. Y Apple tranquila viendo como la inversión en India les está saliendo redonda.