Que los precios del aceite de oliva se han disparado no es ningún secreto. De hecho, llegamos a ver subidas de más del 70% en el caso del virgen extra, convirtiendo este producto básico de la dieta mediterránea en un artículo de lujo. Pero parece que la tendencia está cambiando, y es el momento de aprovechar.
Aunque tenemos que tener cuidado con las ofertas ya que, como hemos visto en otras ocasiones, muchas de ellas en realidad no lo son tanto. Para ello, lo mejor es siempre llevar un comparador de precios en el iPhone y no fiarnos de la etiqueta que vemos en el supermercado.
Según los últimos datos de Facua, el precio del aceite de oliva virgen extra en origen ha experimentado un descenso del 13%. Sin embargo, en los supermercados, la bajada es mucho más modesta, situándose apenas en un 2,5%. ¿La razón? Podría deberse a que el aceite que vemos en las estanterías fue comprado hace semanas o meses, cuando los precios aún estaban por las nubes.
Pero no todo son malas noticias. Empresas como Deoleo, detrás de marcas como Carbonell, anticipan que los precios podrían reducirse casi a la mitad desde sus niveles récord. De hecho, se espera que el litro de aceite de oliva se sitúe en torno a los 5 euros, lejos de los 9 o 10 euros que llegamos a ver. Esto dependerá también si es virgen extra o no, uno de los factores que más encarecen el producto.
La caída de precios se debe principalmente a mejores previsiones de cosecha. Se estima que la producción podría alcanzar los 1,26 millones de toneladas, un 48% más que la campaña anterior. Además, las condiciones climáticas han sido más favorables, y países como España, Grecia y Túnez han aumentado su producción. Sin embargo, los expertos advierten que la normalización será gradual. Deoleo espera que la estabilización del mercado comience entre noviembre y enero, siempre que las condiciones climáticas se mantengan estables.
Aprovechar estas bajadas de precios en productos esenciales como el aceite de oliva puede marcar una gran diferencia en el presupuesto familiar. Además, podrás ver la evolución de los precios y tomar anotaciones. Más aún cuando hay previsiones de bajada en los próximos meses para ver si finalmente se cumplen. Porque, por fin, parece que no habrá que hacer acopio por si sube el precio, ya que entramos en una fase de descenso que llevamos esperando mucho tiempo.
