Imagínate tener delante a Steve Jobs y que, como figura de autoridad, te diga que apagues los datos de tu iPhone, que lo pongas en modo avión. ¿Le haces caso Nadie quiere que las cosas fallen en los momentos más cruciales de una presentación. Si no estás acostumbrado a hablar ante el público, te quedas sin saber cómo reaccionar, y los nervios pueden jugarte una mala pasada. Inevitablemente, ocurre en algún momento de nuestras vidas. A Steve Jobs le pasó.
Las presentaciones para eventos o keynotes de Apple siempre están medidas al dedillo. Y con equipos de personas trabajando para que no falle nada. Pero nada es perfecto. Ahora bien, el CEO de Apple demostró que sabe salir airoso de estas situaciones cuando la WiFi del auditorio falló mientras se presentaba el iPhone 4.
Pongámonos en situación: estamos en junio de 2010. Steve está presentando el iPhone 4 ante el público de la WWDC, y el reto era demostrar que su cambio de diseño (filtrado en una ya histórica filtración de Gizmodo) no era la única novedad impactante. Pero cuando el ejecutivo quiere demostrar la resolución de las pantallas retina en Safari comparándola con la de un iPhone 3GS, la web del New York Times tarda demasiado en cargar. Puedes verlo en el minuto 10:35 del evento:
Tras unos segundos de tensión, Jobs comenta que las redes del lugar “son impredecibles” y que parece que ese día van lentas. Acto seguido, viendo que la carga sigue fallando, comenta:
“Me podéis ayudar si os desconectáis de la WiFi, lo agradecería. [Risas del público] No sé qué está pasando con nuestras redes, me temo que no os podré mostrar mucho de esto hoy.”
Jobs salta enseguida a mostrar diferencias con su pantalla retina con fotos, guardadas localmente en los iPhone. Si no se puede cargar una web no se carga, y parece que la anécdota termina aquí. Pero más tarde, (minuto 32:15 del vídeo), Jobs detiene la keynote para dirigirse al público y sincerarse:
“Ya sabemos por qué la demo ha fallado. Hay 570 puntos de acceso WiFi operando en esta sala. No podemos aguantarlo. Tenemos dos opciones: o apagamos todos esos dispositivos y vemos las demos o nos rendimos y nos quedamos sin ver las demos. ¿Queréis ver las demos o no?”
Tras un sonoro “yeah” del público, Jobs no deja lugar para márgenes:
“Vamos a encendender las luces del auditorio. Bloggers, apagad todos los puntos de acceso WiFi y todos los portátiles. Ponedlos en el suelo. Vigilaos los unos a lo otros. [Risas del público] Apagad esos portátiles, apagad los MiFi, ponedlos en el suelo, vamos…. mirad a vuestro alrededor… los bloggers tienen derecho a bloggear, pero si queréis ver las demos, no vamos a poder hacerlo a menos que lo apaguéis todo y lo pongáis en el suelo.”
“Tengo tiempo”, dice Jobs ante la tensión del público mientras reflexiona sobre la influencia que Apple tiene como para que 570 puntos WiFi se concentren en una sola sala. Un claro ejemplo de que Steve Jobs era, ante todo, un versado en materia.
Finalmente, la estrategia funcionó, porque tras esa petición se pudo demostrar la primera llamada FaceTime desde un iPhone con Jonathan Ive. Aun así, se aprecia cómo la llamada sufre algunos cortes y Jobs lanza una última “puyita”: “estas llamadas no se entrecortan en nuestras pruebas, eso es que no habéis apagado todas las WiFi.”
No creo que volvamos a vivir un error así, por dos principales razones. La primera, las redes WiFi y las redes 5G móviles actuales ya van a una velocidad lo suficientemente rápida como para que los asistentes a una keynote de Apple tengan que traer sus propios puntos de acceso. La segunda es que los eventos de Apple ahora son pregrabados. Todos. De modo que no hay lugar a “fallos de directo” cuando se nos muestran novedades. Aunque los echamos de menos.