No es ningún secreto que Elon Musk padece síndrome de Asperger. Lo confesó él mismo en ‘Saturday Night Live’ hace ya tres años. Y no es algo particular del CEO de X, SpaceX y Tesla, sino que lo padecen miles de personas en todo el mundo (de uno a cinco de cada mil).
Tampoco es raro encontrarlo en personajes de gran relevancia como Musk, ya que se cree que Steve Jobs también lo padeció, así como el futbolista Leo Messi. El caso es que aún hoy hay mucho desconocimiento del Asperger, cuando en realidad no es de por sí un trastorno único, sino que se asocia a otras enfermedades. Tampoco se considera una discapacidad, ni impide llevar una vida normal.
Qué es exactamente el síndrome de Asperger
Aunque en la definición del síndrome de Asperger nos encontramos con que es un trastorno del desarrollo en el procesamiento de la información, en realidad hace tiempo que los especialistas han dejado de considerarlo un síndrome o enfermedad única. En realidad se asocia a otros trastornos como el autismo, siendo una neurodivergencia.
De hecho, sólo se diagnostica con Asperger a quienes padezcan TEA (Trastorno del Espectro Autista), pero no sufran de discapacidad intelectual o del lenguaje. De ahí que los principales rasgos de los Asperger sean tener dificultades en la comunicación social, comportamiento y en flexibilidad del pensamiento. Y sin que ello suponga un problema en la elaboración del lenguaje o un intelecto inferior, ya que de hecho Elon Musk posee una inteligencia superior a la media.
El origen del Asperger se desconoce aún hoy. Como el autismo del que parte, se empieza a manifestar desde la infancia, aunque se sigue sin saber con exactitud qué puede provocarlo. Algunos especialistas creen que podría deberse a antecedentes familiares con síndrome del cromosoma X frágil o incluso haber nacido en el sexto mes de embarazo. No obstante, no hay ninguna teoría concluyente.
Rasgos comunes que Elon Musk o Steve Jobs demostraban
Si bien es importante recalcar que en psiquiatría nunca hay nada exacto o genérico, sí es cierto que hay algunos rasgos característicos de este tipo de personas y que a menudo sirven para diagnosticar un TEA con Asperger. El propio Elon Musk llegó a hablar de algunos rasgos propios que son característicos del Asperger.
Musk habló de cómo se aprovecha de la forma diferente de pensar que le propicia el Asperger, viendo esto como “una fuerza” de cara a idear innovaciones en el campo de los vehículos eléctricos de Tesla o viajes espaciales de SpaceX. Y es que quienes padecen TEA con Asperger tienden a percibir el entorno con un mayor detalle y a tener una mayor capacidad en el análisis de problemas complejos.
De igual modo, y esto sí se puede considerar algo negativo si no se trata, las personas que padecen Asperger a menudo sufren problemas para encajar en entornos sociales debido a las dificultades que les entrañan seguir las “reglas no escritas” de comportamiento. De ahí que algunos sufran una especie de fobia social por miedo a no saber cómo interactuar con otras personas.
En lo que a Steve Jobs respecta, nunca se llegó a confirmar este diagnóstico. O al menos no lo hizo público. El caso es que los expertos siempre han sospechado que padecía Asperger debido a que también poseía rasgos característicos como su obsesión por el detalle y la dificultad de relacionarse con otras personas. También lo ven en su excesivo compromiso por el trabajo, ya que es un reflejo de lo que otros Asperger muestran cuando se focalizan excesivamente en un ámbito de su vida.
Derribando los grandes mitos sobre el Asperger
A este síndrome le rodean muchas medias verdades o mentiras completas. La más sangrante es la afirmación de que el Asperger es una enfermedad, cosa que no es cierta. Ni se contagia, ni se cura, ni se trata. El síndrome de Asperger no está considerado como una enfermedad mental, ni implica ningún daño o dolor físico.
Otro de los mitos más comunes es el de creer que quien lo padece no tiene empatía. Este es un error al que se llega cuando algunas personas tienen dificultades para comprender un tono de voz o lenguaje corporal de su interlocutor, pero realmente no significa que carezcan de empatía.
También, y por contradictorio que resulte al hilo de lo comentado con Musk y Jobs, no todos son grandes genios. Es comprensible en cierto modo, dado que ya hemos visto como esa forma diferente de pensar o la obsesión por los detalles puede llevar a grandes éxitos. Sin embargo, tan solo un 10% de quienes padecen Asperger tienen una inteligencia superior a la media.