Warren Buffett es uno de los inversores más respetados del mundo, y acumula una experiencia a sus espaldas de más de 60 años invirtiendo en empresas. El conocido como ‘Oráculo de Omaha’ ha obtenido parte su fortuna invirtiendo de forma estratégica en momentos de crisis, para luego recoger grandes beneficios en época de bonanza.
Sin embargo, en los últimos meses su estrategia de inversión ha dado un giro importante, en la que el millonario parece no fiarse de la valoración bursátil de las empresas. El resultado: una liquidez acumulada de más de 325.000 millones de dólares y una factura milmillonaria en concepto de impuestos.
Adiós Apple, adiós. El pasado mes de agosto, Warren Buffett daba la orden de venta del 55,8% de las acciones de Apple que controla desde su empresa Berkshire Hathaway. Hace unos días, Warren Buffett presentaba las cuentas de su compañía en la que se revelaba que la venta de acciones de Apple había continuado.
Según los datos contables de Berkshire Hathaway, la participación en Apple había pasado de los 174.300 millones de dólares que registraba al cierre de 2023 a un valor de 69.900 millones de dólares durante el tercer trimestre de 2024. Esto supone una venta de casi dos tercios de su posición en Apple.
Cambio de estrategia. La venta de acciones de Apple implica un cambio de visión con respecto a la tecnológica, en la que ha confiado ciegamente durante la última década, rompiendo así su doctrina de inversión a largo plazo.
Este cambio supone un enfoque mucho más conservador ya que también ha vendido acciones por valor de 10.000 millones de Bank Of America durante el último trimestre. Otras posiciones importantes en la cartera de Berkshire Hathaway, como Coca-Cola, Chevron o American Express, no se han visto afectadas por este volantazo a su estrategia.
325.200 millones listos para invertir. Las recientes ventas de acciones no han hecho más que incrementar la enorme montaña de efectivo que Warren Buffett lleva acumulando desde antes de verano, sumando un total de 325.000 millones en líquido preparado para ser invertido de nuevo. Por ponerlo en contexto, con esa cifra podría comprarse compañías como Coca-Cola, Disney, Nike, Netflix o Goldman Sach.
Berkshire Hathaway ha utilizado parte de todo ese efectivo para recomprar acciones de la compañía, incrementando así el valor de sus propias acciones. Sin embargo, ese proceso se detuvo en junio y no se han emitido nuevas órdenes de recompra. Ni de sus acciones ni de ninguna otra.
La factura de Hacienda. Según un informe de la consultora fiscal Barron’s Warren Buffett podría pagar una enorme factura fiscal por la liquidación de las acciones de Apple. Esta factura fiscal vendría incrementar los cálculos de 15.000 millones que ya se esperaban tras el verano.
“Barron’s estima que Berkshire podría deber más de 20.000 millones de dólares en impuestos por las ventas de acciones de Apple, que probablemente representaron casi la totalidad de los 97.000 millones de dólares de ganancias imponibles por las ventas de acciones que Berkshire generó en los primeros tres trimestres de 2024”, asegura la consultora. Este importe se habría calculado aplicando la tasa impositiva federal que asciende hasta el 21% y la corporativa que puede llegar al 5% en Nebraska, donde tributa la empresa de Buffett.
¿Por qué no los invierte? Resulta extraño que un inversor tan experimentado como Buffett prefiera pagar un peaje tan elevado por no reinvertir el líquido obtenido por la venta de acciones. Nicholas Colas, cofundador de DataTrek Research, explicaba a CNBC: “Buffett ve las acciones como sobrevaluadas, incluidas las suyas, y por lo tanto susceptibles a una corrección profunda o un mercado bajista absoluto”
El experto asegura que, en la actualidad, el índice S&P 500 cotiza a un múltiplo precio-beneficio del 21,5, uno de los más altos desde 2021 y a solo un 2,5% de su máximo histórico. Según Colas, esto podría indicar que el mercado está cerca de una corrección significativa que implicaría pérdidas millonarias para sus inversores. En resumen, Warren Buffett se ha asomado al abismo de los mercados y no le ha gustado lo que ha visto en el fondo.